El índice de precios al consumidor de agosto marcó un avance mayor al esperado por el mercado y gatilló bajas en los principales índices de Wall Street. Aunque lo peor parece haber pasado, el registro de inflación confirmó la visión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de que la batalla no está ganada. Y ello implica que habrá más subas de tasas que pesarán sobre el mercado

El índice de precios al consumidor de los Estados Unidos  bajó al 8,3% interanual desde el 8,5% de julio, aunque todavía por encima del 8,1% esperado. A nivel intermensual, avanzó 0,1% frente al -0,1% previsto.

Por otro lado, la inflación núcleo -sin la volatilidad de la energía y los alimentos frescos- repuntó 6,3% interanual y 0,6% en el mes.

Con un mercado volcado a apuestas por un registro menor al que finalmente se conoció, la novedad motivó fuertes bajas en los índices de Wall Street.

En este nuevo marco, lo más probable es que la Reserva Federal vuelva a subir las tasas de interés en 75 puntos básicos, en su reunión de la semana próxima. Un rendimiento mejor para los depósitos vuelve menos rentables a los negocios de la economía real, frena en el margen la actividad económica y por la suba del dólar tiende a reducir los precios de las acciones.

Así, mientras el mercado siga previendo que la Reserva Federal debe redoblar el esfuerzo para controlar a la inflación, los mercados van a estar lejos de protagonizar un rally que devuelva la tendencia alcista.

Los temblores en Wall Street, mientras tanto, también pueden pesar sobre mercados emergentes cómo el argentino en la forma de salida de inversiones y presión sobre el tipo de cambio.