Los títulos de deuda del Tesoro que fueron protagonistas de importantes bajas durante el mes de julio recuperan terreno. Los papeles fueron sostenidos por agresivas compras del Banco Central orientadas a recuperar el acceso al crédito para el sector público. Habrá más garantías para ese mercado
Los bonos del Tesoro nacional en pesos ajustados por inflación, los bonos CER, fueron protagonistas de importantes bajas durante la mayor parte de junio. Las dudas del mercado respecto a la capacidad del Gobierno de seguir financiándose con esos instrumentos hicieron caer sus precios. Desde entonces, una agresiva campaña de compras ejecutada por el Banco Central recuperó los precios. Y en breve habrá más medidas para ese mercado.
Tras la caída de los precios en toda la curva CER qué se vivió en junio seguida de la renuncia del ahora ex ministro de Economía, Martín Guzmán, el mercado de deuda en pesos empieza a levantar cabeza.
La recuperación no fue gratuita. El Banco Central tuvo que tomar un rol clave al salir a emitir pesos para pagar las salidas de miles de inversores que abandonaban esos bonos y a los fondos comunes de inversión que colocan sus tenencias en ellos. La cifra, no hay número oficial exacto, se calcula en $1 billón.
La estrategia de la autoridad monetaria consistió en garantizar precios de salida sin grandes pérdidas para frenar la tendencia a la baja. Ahora la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, tendrá que testear el ánimo del mercado renovando tantos vencimientos cómo sea posible a medida que los títulos vayan llegando a su término. Este miércoles ya hay una prueba con un vencimiento en torno a los $500.000 millones.
Para el jueves, por otro lado, se esperan más definiciones del Banco Central orientadas a generar más garantías para los inversores del mercado de deuda en pesos. Además de un mayor hincapié por parte del Tesoro a la hora de ofrecer instrumentos en pesos pero ajustados por el dólar oficial.
Recuperar la herramienta de financiamiento en moneda local es clave para frenar la asistencia monetaria del Banco Central al fisco y a las emisiones de deuda del Tesoro, con el objetivo de calmar a los tipos de cambio paralelos y restar combustible a la inflación.