El foco del discurso del Ministerio de Economía a cargo de Sergio Massa está puesto en lo fiscal. Y, aunque con bemoles, el nuevo funcionario logró mostrar la primera mejora con datos previos a asumir. En julio desaceleró el gasto primario y, aunque el mercado necesita ver más resultados concretos, la cotización de los bonos soberanos sigue de cerca ese dato.

El todavía nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, ya pudo mostrar un número positivo en materia fiscal con la publicación del dato de julio. Aunque buena parte del ahorro resulte de medidas tomadas por su antecesora, Silvina Batakis, es la primera cifra en dirección a una mejora en las cuentas públicas. Y aunque espera ver más para creer, el mercado de deuda tomó nota.

El resultado primario de julio alcanzó un déficit de $75.947 millones, mostrando la mejor cifra para este mes desde 2019 y siendo el primer mes de 2021 que reduce el desequilibrio versus el año anterior: 0,1% del PBI frente a 0,21% un año antes.

Esta reducción del desequilibrio primario se sustentó en Ingresos Totales que crecieron por encima del Gasto Primario por primera vez desde marzo. Y a qué, al mismo tiempo, el gasto primario se contrajo en términos reales por primera vez en 9 meses. Los Ingresos Totales avanzaron 6,9% anual descontando inflación mientras que los Ingresos Tributarios avanzaron 6,1% también en términos reales.  Por su parte, el gasto se redujo 5,3% real.

No toda la baja es virtuosa. Batakis se apoyó sobre la estrategia de postergar pagos, acumular “deuda flotante”, que de todas formas deberán concretarse más adelante. Pero el dato entusiasmó porque contrastó con un primer semestre del año en el que el gasto creció 11% mientras que los ingresos avanzaron 4%.

La licuación por inflación de parte del gasto también jugó un rol.

Por último, el Palacio de Hacienda anunció una compensación de créditos presupuestarios que, según cálculos del Gobierno, implicarían un ahorro neto de $128.000 millones. Sumando todos los factores, y los planes de reducir el gasto en subsidios, los números fiscales parecen haber girado por ahora en la dirección correcta aunque no parezcan suficientes para alcanzar la meta de 2,5% del PBI acordada con el FMI.