Rally de recesión: cuarta semana consecutiva de ganancias para Wall Street

Los principales índices de la Bolsa de Nueva York sorprendieron con una suba de más del 20% desde mínimos de junio como resultado de una serie de datos positivos sobre la economía de Estados Unidos que dejaron de lado la caída en recesión técnica. Aún en un bear market, el mercado intenta mantener el tono ahora que se esperanza con una desaceleración de la inflación y una Fed menos hawkish

Los mercados de referencia anotaron la cuarta semana consecutiva de ganancias con datos hasta el viernes pasado. Y desde entonces, siguieron las alzas.

La desaceleración que marcó la inflación por la caída en el precio en los combustibles, la distensión en las cadenas de suministro globales sin nuevos cierres por Covid-19 y el endurecimiento de la política monetaria mejoran las expectativas de inversores y consumidores en los Estados Unidos.

La caída en el precio del petróleo, la distensión en las cadenas de suministro y la suba de tasas de interés que viene llevando adelante la Fed desde marzo comenzaron a dar sus primeros resultados, dado que tanto los precios mayoristas como los minoristas mostraron números mejores a lo esperado. Tras el récord de junio con un alza de 1,3%, el IPC de julio se mostró sin cambios respecto al mes anterior y dejó un acumulando anual de 8.5%. Esto sorprendió al mercado que esperaba un alza de 0,3% mensual.

Aunque tras correr detrás de la curva durante la mayor parte del año la Reserva Federal se muestre todavía cautelosa, el 0% de inflación de julio fue un bálsamo para los mercados. Las expectativas de una Fed necesitada de exagerar la política monetaria restrictiva para recuperar el control de la dinámica del nivel general de precios se diluyó. Y todo ello pocos días después de que se conocieran datos de empleo que no se condicen con una recesión profunda, más allá de que los EEUU ya hayan anotado dos trimestres consecutivos de crecimiento levemente negativo y estén en recesión técnica.

Con expectativas de suba de tasas moderadas, los rendimientos de los bonos del Tesoro se mantuvieron estables, habilitando más inversiones de riesgo. Toda esta información cambió el sentimiento del mercado, que respondió con una nueva mejora en renta variable que desde el mínimo registrado en junio anotan fuertes ganancias, superiores al 20 por ciento.