Los títulos de deuda argentinos continúan con la tendencia alcista de las últimas semanas. Como es habitual cada vez que se acerca el cambio de año calendario, un empuje final de inversores que buscan gozar de los beneficios impositivos que otorgan esos papeles empujó aún más alto a los precios.
Los bonos soberanos argentinos sumaron días de avance esta semana, con paridades promedio que se acercan a los USD 30 por cada USD 100 de valor nominal. Ese indicador de precio supo estar debajo de los USD 20 durante lo más duro de la crisis en el Ministerio de Economía. El calendario impositivo probablemente esté ayudando a que ese avance sea mayor en el cierre del año.
A lo largo de toda la curva de vencimientos los títulos soberanos experimentaron subas de entre 1% y 1,7%, con las mejores subas en los títulos que vencen en 2030 y 2035. De hecho, el ratio de precios (como medida de sensibilidad) entre los 41s y 35s alcanzó su mínimo valor desde el 5 de enero (11,14% frente al 12,9% promedio histórico). Los globales gozaron de 6 ruedas de subas consecutivas, con paridades que treparon bien cerca de los USD 29 por cada USD 100 de valor nominal.
El clima externo favorable para el crédito emergente también es una variable importante, aunque los activos argentinos subieron algo más que el resto y el riesgo país tocó mínimos de varios meses.
No sólo impuestos trae el cambio de año en el calendario, también otros movimientos muy comunes en el mercado local, como inversores tomando posiciones a un 2023 que tendrá una enorme carga electoral culminando en una elección presidencial.