La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) dió señales claras de que no está dispuesta a cambiar su política monetaria restrictiva hasta que haya señales claras que la inflación récord de 40 años se empieza a desacelerar. El resultado es un fortalecimiento histórico del dólar que pesa sobre los mercados de acciones, los bonos y las monedas de todo el mundo.
La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) dejó bien claro que todavía tiene un largo camino por recorrer antes de dar por terminado el ciclo monetario contractivo actual. Habrá más subas de tasa en el futuro y las mismas se mantendrán hasta que los datos de inflación indiquen claramente que se puede aspirar a dejar atrás cifras récord de cuatro décadas. El mercado terminó de asimilarlo después de la última reunión de política monetaria de la Fed y, el resultado, es una suba histórica del dólar a nivel global que pesa sobre acciones, bonos y monedas de otros mercados.
La reunión del Fed de la semana pasada abrió el juego a dos subas de tasa más este año -las expectativas del mercado son que suba 50 puntos básicos en noviembre y 25 puntos básicos en diciembre) mientras que ya se empieza a incorporar a precios la posibilidad de otros 25 puntos de suba a principios de 2023.
Está sólida suba de los rendimientos en dólares disparó las tasas de los bonos del Tesoro de lo Estados Unidos y generó una verdadera aspiradora de capitales que abandonan posiciones de riesgo -acciones, acciones de mercados emergentes, bonos y hasta monedas que hace poco superaban el valor del dólar- para contentarse con los seguros y mejorados resultados que ofrecen las colocaciones en moneda estadounidense.
En la medida que este escenario se extienda, se dan curiosidades como el descenso de la libra esterlina y el euro, este último incluso por debajo de la paridad con el dólar.
La aspiradora de fondos que suponen semejantes tasas pesa sobre las acciones de empresas Argentinas, el S&P Merval pierde terreno en lo que va de septiembre, así como también sobre los bonos soberanos argentinos que abandonaron la tendencia alcista que habían mostrado luego de la llegada de Sergio Massa el ministerio de Economía.
Así, la suerte del mercado argentino va a seguir muy ligada al ciclo económico estadounidense al menos hasta que la Fed pueda aflojar el apretón monetario con el que busca aplacar la inflación.