Está semana tuvo lugar la primera licitación de deuda en pesos del mes, en la que el Tesoro necesitaba refinanciar casi $39.000 millones. El objetivo fue cumplido con creces, pero se acerca un desafío mucho mayor
En la primera licitación del mes, con vencimientos por $38.752 millones, el Gobierno colocó $63.592 millones lo que implicó un financiamiento fresco de $25.364 millones. En cada licitación de deuda en pesos el Tesoro se juega el programa financiero del año: cada peso que no consiga en el mercado deberá pedirlo al Banco Central, algo que el ministro de Economía Sergio Massa busca evitar. Ahora, el gobierno va por un canje de deuda que le facilite la tarea.
El Tesoro necesita conseguir $262.875 millones de financiamiento neto durante cada uno de los dos últimos meses del año para cerrar el programa financiero en 2022.
Esta semana no tuvo problemas para renovar los vencimientos e, incluso, conseguir financiamiento extra. Pero el bajo monto que vencía hizo a esta primera operación del mes apenas un anticipo del plato fuerte de noviembre.
En esta ocasión, el Tesoro no ofreció grandes beneficios en términos de tasa para atraer más financiamiento. La cosecha modesta de pesos puede haber estado explicada por ello, y por la confianza de la Secretaría de Finanzas en la operación de canje que busca postergar pagos previstos para noviembre y diciembre.
El siguiente desafío para el Gobierno era la licitación del 18 de noviembre, en la que enfrentaba la necesidad de refinanciar $225.833 millones en vencimientos. Este monto está explicado en su mayoría por el vencimiento de la Lecer de noviembre y el pago de intereses del Bonte 2027. En el mercado se estima que poco más del 70% del vencimiento está en manos del sector privado.
En el Gobierno ya dieron a conocer las armas para lo que será la operación clave del mes. Este martes se reveló que la esperada oferta de canje se hará realidad. El Tesoro ofrecerá tres bonos duales para convertir por papeles que vencen en noviembre y diciembre y que alcanzan, entre todos, en torno a $700.000 millones y $800.000 millones.
Del éxito de esa operación depende el cierre del programa financiero y las necesidades de emisión monetaria para lo que queda del año.