Los bonos emergentes aflojaron, pero la recompra oficial sostuvo a los papeles argentinos

Un día negativo para la deuda emergente tuvo un color diferente en el mercado local. Mientras los títulos de deuda de distintos países en una toma de ganancias global, los bonos argentinos inicialmente acompañaron la tendencia. Pero el Gobierno amagó con una fuerte intervención y terminaron todos con subas

El proceso de recompra de deuda lanzado por el Gobierno semanas atrás creó una lógica propia para los bonos soberanos argentinos. Mientras que en los últimos meses esos papeles repuntaron de la mano de un mejor clima global, de la mano de sus pares de otros países emergentes, una tendencia bajista que se había asentado esta semana fue rápidamente abortada. Bastó con que el Tesoro recordara que tiene en marcha el proceso de recompra para que bajas de hasta el 3% se transformaran en alzas inmediatas.

De la mano de un mal día para la deuda emergente toda la curva de bonos soberanos en dólares operaba este miércoles en baja, con pérdidas de hasta el 3%. La baja, algo más pronunciada que la de emisiones de países similares, sin embargo se alteró.

A media rueda, la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía anunció que consideraba la baja de los bonos y las recientes subas en las tasas de interés de referencia en los Estados Unidos una oportunidad de recompra a precios más baratos. El monto a destinar, se aseguró, equivalía al 20% del programa anunciado en su momento por hasta USD 1.000 millones. Esto es, unos USD 200 millones de intervención en un sólo día.

Bastó con el anuncio. Sin que se notara un aumento en los volúmenes operados de los bonos Global 2029 y Global 2030, los “blancos” del programa de recompras, los precios de toda la curva se recuperaron y terminaron el día con bajas.

Las estimaciones privadas ubican en menos de USD 20 millones el tamaño final que tuvo la intervención oficial. Las más conservadoras, incluso, calculaban que la intervención fue nula: el Banco Central no habría hecho ni una sola compra.

La poca o nula intervención final parece tener sentido. Fue tal la reacción del mercado al anuncio que el Tesoro parece haberse querido guardar poder de fuego para más adelante.