El COVID-19 vuelve a asustar a los mercados

El pico de casos de COVID-19 en China, las restricciones que decidió el Gobierno para varias ciudades del país y, más aún, las protestas y choques entre civiles y fuerzas de seguridad llevaron a los inversores de todo el mundo a optar por minimizar el riesgo. Si el gigante asiático vuelve a frenar el impacto sobre las cadenas de suministro puede golpear a empresas de todo el mundo

Durante la semana pasada y el último fin de semana hubo protestas contra el gobierno chino en las principales ciudades del país debido al establecimiento de una agresiva política de COVID cero que generó rechazo, especialmente ante nuevas restricciones dadas días atrás. Esta novedad generó preocupación en los principales mercados que temen que las restricciones afecten a las cadenas de suministros y generen una mayor presión sobre la inflación mundial.

Hay antecedentes cercanos, cómo cuando en abril pasado Shanghái anunció un masivo plan de confinamiento que terminó por detener la producción en la mayor parte de las fábricas de la ciudad y reavivó los faltantes que tanto afectaron a la industria tecnológica global durante lo peor de la pandemia.

Más allá de las medidas en sí y la resistencia civil a las mismas, China registró un nuevo máximo de nueve meses en materia de contagios. Alcanzó los 55.000 casos diarios y llegó a un promedio de 27.000 nuevos diarios en siete días. Esto llevó a que el gobierno determine nuevas restricciones de circulación y confinamiento en importantes ciudades como Pekín y Shanghái.

Como consecuencia, multitudes salieron a protestar en contra de las nuevas medidas. El COVID-19 entonces está lejos de haber dejado de ser un riesgo para el comercio internacional y los mercados de todo el mundo.

En caso de repetirse escenas como las vividas más temprano en el se encarecen nuevamente los costos de producción para las mayores empresas del mundo, aumentando la presión sobre los precios finales. Apple y Tesla, que cuentan con importantes fábricas dentro del país asiático, se encuentran entre las compañías más afectadas.

Como trasfondo, los riesgos asociados con el endurecimiento de la política monetaria en los Estados Unidos no menguaron y agregaron más peso a las previsiones de crecimiento.

A poco de la reunión de política monetaria del último mes del año, integrantes de la Reserva Federal defendieron la suba de tasas indicando que recién se esperaba un recorte de las mismas para 2024 y sólo en un contexto de desaceleración inflacionaria. Así, los mercados de referencia tuvieron un inicio de semana pobre.