El FMI recortó las previsiones de crecimiento para el año próximo, tanto para el mundo en su conjunto como para la Argentina. Menores precios de materias primas, condiciones de financiamiento externo más difíciles y la inflación en todo el mundo colaboran para esperar un menor dinamismo de la economía para 2023
El Fondo Monetario Internacional (FMI mantuvo las proyecciones de crecimiento global para el 2022 en 3,2%, mientras que recortó el crecimiento en 0,2% para el 2023 hasta 2,7%. Al mismo tiempo, recortó las previsiones de expansión de la actividad económica para América Latina y la Argentina, debido a cambios en los precios de las materias primas y las condiciones de financiamiento externo.
Los principales impulsores de la economía global serían los mercados emergentes que este año crecerían 3,7% según las estimaciones del World Economic Outlook dado a conocer por el Fondo, y repetirían el año que viene gracias a que China aceleraría su crecimiento a 4,9% en comparación con el 4,4% de este año.
Según las previsiones del organismo, no todos los emergentes gozarán de la misma suerte. América Latina moderaría su expansión a 1,7% frente al 3,5% de 2022. El encarecimiento de las materias primas que benefició a estos países durante el primer semestre de este año se moderaría en 2023 y eso, en combinación con la suba de tasas en los países centrales, restaría combustible a la región.
En este lote entra la Argentina, ya que el organismo prevé una desaceleración mayor a la esperada para el año próximo. En su último World Economic Outlook, el Fondo esperaba que la Argentina cerrara 2022 con un crecimiento del 4% y 2023 con el 3%. En la actualización de octubre se mantuvo la previsión para este año, pero se recortó a 2% la expansión del producto esperada para el próximo.
Cabe destacar también que la inflación continuará siendo una de las mayores preocupaciones a nivel global según el FMI. Mientras que para las economías emergentes se espera que la inflación avance 9,9% en 2022 y 8,1% en 2023, para las economías avanzadas lo haría 8,8% y 4,4% respectivamente. En el caso argentino, mientras tanto, la previsión saltó al 60% para 2023, en línea con los números a los que aspira el Gobierno según el proyecto de Ley de Presupuesto.